Lentejas

Creo que hace años que no me hacía unas lentejas. Es mi cocido favorito, rápido, sencillo y muy nutritivo. Se trata de una receta personal que he optimizado tras años de vida emancipada: en la olla a presión metes medio kilo de lentejas y las cubres con agua abundante, que las sobrepase tres o cuatro centímetros. Ahora empieza lo mas entretenido… a ver que le echo. Recuerdo de los buenos tiempos vegetarianos que existen incompatibilidades entre alimentos y lo contrario, hay alimentos que al ser cocinados y/o ingeridos juntos son mas provechosos. En el caso de las lentejas es el arroz junto con el cual consiguen la excelencia nutritiva, dicen. De los incompatibles ni idea así que yo normalmente le echo prácticamente un poco de todo de lo que haya por la nevera… ajo, cebolla, pimiento, mediocremente picado y  carnes de todo tipo. Imprescindible unas rodajas de buen chorizo picante y por supuesto un par de patatas cortadas al estilo riojano. Solo queda el chorrito de aceite de oliva, un poco de pimentón y ajustar de sal. Cierras la olla, esperas a que se levante el pitorrillo, 15 minutos por  y apagas el fuego. Si el puchero no te ha reventado en la cara degustaras unas sabrosas lentejas, comer y cenar, por un par de días. Incluso es posible que congeles algo, en ese caso recomiendo apartar la patata que se queda hecha un asco. Fácil, ¿que no? Ya no tenéis excusa para no sorprender a vuestra mama, pareja, mascota o vosotros mismos con un buen cocido.

 

Antes solía decir que me gustaba cocinar. Es un buen momento para relajarse y olvidar los problemas cotidianos. Normalmente terminamos de hacer cualquier cosa y lo primero que hacemos es comer, intervalo que aprovechamos para olvidarnos de la fase anterior y pensamos como empezar la siguiente. Últimamente me doy cuenta que me da miedo ponerme a experimentar, podría pensar que los guisos especiales mas recientes me han salido muy mal pero he llegado a la conclusión que no es solo eso. Vaya chapuzas mas gordas hacia también antiguamente. Igual he perdido la ilusión del asunto, la edad, quien sabe. Igual me estoy poniendo un poco ansioso. Mientras tanto voy tirando de las viejas recetas que a veces aburren y otras vienes con hambre y no veas lo que gustan. Y solo hay dos cosas que fuerzan la creatividad.